Carmen Lloret

Yanina Marini es una pedagoga que, a partir de un proceso paulatino, progresivo y sumamente sutil nos condujo hasta los personajes, ya fuera con objetos maravillosos, con sufrimiento implícitos en cada obra, o indagando acerca del monstruo de cada personaje. Todavía no me quito de la cabeza aquél ejercicio que duró apenas media hora, en el que las actrices tenían que monstruorizar su propio punto, llegar a lo más caricaturesco de éste, a lo más hondo, para después, en cuestión de segundos, reprimirlo, vencerlo y, por si fuera poco, transformarse en lo que el personaje siempre deseó ser. Un torrente de interpretación y creatividad que surgió de este ejercicio.